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Actualidad de “El Estado y la revolución”. Escribe Álvaro García Linera

Este año se cumplen 100 años de la primera edición de un libro fundamental del líder de la Revolución Rusa, Vladimir Lenin. El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia revisa la vigencia de un clásico de la teoría política.

El Estado y la Revolución fue escrito entre agosto y septiembre de 1917, en medio del fragor de la lucha revolucionaria, pero no fue impreso sino hasta después del triunfo de la gesta bolchevique, en el mes de mayo de 1918.

A la validez histórica incuestionable de esa obra se suma un plus de actualidad: el análisis del vicepresidente boliviano (y también teórico de la revolución cultural indígena al sur del continente), Álvaro García Linera. [Ilustraciones: Revista Migraña, Vicepresidencia de Bolivia]

 Actualidad de “El Estado y la revolución” de Lenin

Por Á. G. L*.  Es un texto sencillo y tiene toda la carga emotiva de las horas, de los días, de las semanas previas a la gran revolución de octubre, fue escrito en 1917; la revolución de octubre fue en este año, y si no me equivoco, que lo acaba de escribir en agosto, pero ya estaba en el aire la rebelión, los levantamientos, la gente, los ejércitos que regresaban del frente de batalla, la insurrección o levantamiento de obreros, de soldados, la pelea política y es en medio de ese estruendo prerevolucionario que Lenin escribe este texto fantástico.

Es un texto que Lenin se ve obligado a elaborar porque está a punto de desplegarse la nueva revolución y él quiere tener las armas teóricas y conceptuales precisas para enfrentar esa revolución.

No voy a resumirles el libro, la idea es que lean El Estado y la revolución, así como uno, obligatoriamente, tiene que leer El manifiesto comunista, de los textos marxistas, si se puede, Salario, precio y ganancia; si se puede leer El capital, mejor, pero mínimamente, Salario, precio y ganancia, El manifiesto comunista, La crítica al problema de Gotha, La guerra civil en Francia, obligatoriamente, uno tiene que leer este texto, El Estado y la revolución.

Lo que hace Lenin es un resumen y se está peleando con los marxistas de esa época, contra Karl Kautsky, contra la Social Democracia, con los que luego van a ser los partidos social demócratas europeos. Y entonces, hace una revisión muy didáctica del marxismo sobre el tema del Estado.

“La idea de cambiar el mundo, sin tomar el poder, lo que en el fondo hace es reproducir el viejo poder de las clases dominantes”.

Lenin menciona cuatro ejes de la teoría marxista del Estado: el Estado es producto de las contradicciones de clase y se coloca por encima de la sociedad, una cosa extraña, el Estado surge del enfrentamiento entre los sectores sociales, pero, si bien es fruto de la sociedad, es una relación social, aparentemente, se coloca por encima de la sociedad.

En palabras del joven Marx, hay una ilusión, hay una apariencia en el Estado, hay un juego de apariencia, porque el Estado es fruto de la lucha, pero aparece por encima de la lucha, pero nació de la lucha; aparece, se autonomiza por encima de la sociedad, es un juego de apariencia real, práctico y efectivo.

En conceptos sociológicos contemporáneos, hablaríamos de una autonomización –digámoslo así– de las estructuras estatales o si nos apegamos a Max Weber o a otros autores contemporáneos, el Estado ha de aparentar colocarse por encima de la sociedad porque habla en nombre de lo general, de lo universal.

No lo dice Lenin, pero se deduce rápidamente en este surgimiento de las luchas, pero se coloca por encima, y ¿cómo es eso de que se coloca o aparece colocarse por encima? Hay un efecto de ilusión, hay un efecto de apariencia y ese efecto de apariencia viene del lado de que el Estado siempre tiene que hablar de lo universal, de lo que es común a todos; aunque en el fondo, surgió de las luchas particulares, pero para ser Estado, tiene que aparentar hablar de lo universal. Este es un primer eje fuerte en el pensamiento marxista y leninista.

Un segundo eje, el Estado es un poder político material especializado. Es decir, es un tipo de monopolio, de la coerción, es un monopolio de la política, y tiene una realidad material; el Estado es también materia, tiene estructuras, burocracia, tiene fuerzas armadas, tiene tribunales, administración pública; es una estructura material. El Estado no es solo un hecho meramente idea, es una estructura material.

Hago un pequeño paréntesis, quizás este es uno de los problemas que luego Lenin, entre las varias rectificaciones que va a hacer a lo largo de la revolución, va a ampliar su concepto de Estado porque luego le va a dar mucha importancia al tema cultural, a la revolución cultural. Luego voy a hacer referencia a unas citas completas de cómo Lenin aumenta cosas que en el Estado de la revolución no le dio mucha importancia, porque estaba ante la guerra, estaba ante ejércitos que venían derrotados, estaba ante la formación de sóviet de obreros y de soldados armados. El tema material era el central y el tema cultural lo soslaya acá, pero el año 21, 22 y 23, le va a dar mucha importancia al tema cultural del Estado, con otro de sus componentes.

Un tercer eje es que el Estado, es de la clase más poderosa, es decir, todo Estado, toda organización administrativa del Estado tiene un contenido, una naturaleza de clase; es un órgano de dominación; es decir, la cualidad material expresa una condición social y, en segundo lugar, esa condición material, esa cualidad material tiene una direccionalidad de dominación. El Estado es un órgano de dominación, si bien habla, el Estado de lo universal, de lo general, de lo común; el Estado es una forma de dominación, y, en última instancia, ejercida mediante el monopolio de la coerción –cuidado con lo de última instancia, última instancia no es que sea lo único, no lo más importante, sino el pivote final, cuando se desmonta todo, porque el Estado también es ideas, también es organización, también es cultura, también son preceptos, son esquemas mentales, pero en última instancia, coerción, la capacidad de dominar, de decidir, de imponer un criterio mediante el uso monopólico de la fuerza–.

Estos son, en breves palabras, los ejes fundamentales que desarrolla Lenin en la primera parte de El Estado y la revolución.

Y luego viene su reflexión sobre la revolución, si esto es el Estado, fruto de la lucha de clases que se coloca por encima de la sociedad, es un tipo de poder político material especializado, hay una relación de dominación de la clase más poderosa que se ejerce ante el Estado respecto a la sociedad.

¿Una revolución que hace? ¿Qué tiene que hacer una revolución?, por eso, el libro se llama “El Estado y la revolución”, no es simplemente una descripción del Estado, es: voy a estudiar el Estado porque estoy pensando en la revolución, tengo que hablar del Estado porque mi objetivo es la revolución. Y, entonces, en mi objetivo de la revolución, me topo con el Estado y tengo que tener una política frente al Estado.

Entonces, Lenin establece dos ejes de la revolución, el primero, el proletariado toma en sus manos el poder del poder del Estado, es una concepción marxista, es una concepción leninista que hay que tomar el poder del Estado y que, ahora, esa palabra resuena en el debate contemporáneo desde los años 2000, cuando surgió una corriente en América Latina, luego en Europa, que, desde otro tipo de posiciones de izquierda planteaba que no hay que tomar el poder, sino que hay que diluir el poder, como decía el profesor mexicano, John Holloway, que ha escrito “Cambiar el mundo sin tomar el poder”.

La posición de Lenin acá es innegociable y la de cualquier marxista, ¿por qué hay que tomar el poder?, ¿por qué no tiene razón Holloway o por qué no tienen razón los zapatistas de que hay que construir otro mundo, hay que olvidarse del Estado, no hay que tomarlo en cuenta, no hay que preocuparse del Estado, construyamos poder local, cambiemos el mundo despreocupándonos del poder? Ese es un poco la lógica de este planteamiento postmoderno.

¿Por qué Lenin nos da armas para enfrentar esa lectura? Porque te dice Lenin: un momento compañero, está bien de que tú te dediques a hacer tu autonomía, tu mundo aparte, tu mundo diferente o desde donde estás excelente, qué bien. ¿Y qué haces con la relación salarial, y qué haces con el mercado, y qué haces con las leyes, y qué haces con la vida cotidiana de la gente en la calle que obedece, que hace sus trámites, que asume sus títulos, que paga sus impuestos, que acepta que otros decidan por él, que toman decisiones con el presupuesto, que venden empresas; qué haces?

Tú en tu mundo encerrado construyendo un nuevo mundo, en tu lugarcito autónomo, lo haces bien para ti ¿y el resto?, ¿y el resto de la sociedad, el obrero, el campesino, el estudiante, el profesional y el comerciante que a diario soporta el peso estatal de la dominación a través de la cultura, de la educación, a través de los medios de comunicación, de las leyes, de los decretos, de los procedimientos, a través de las normas, ¿qué haces con ese mundo?

Es muy pequeño burgués, refugiarte en tu pequeño mundo y decir: estoy cambiando el mundo, lo puedo hacer en mi casa, en mi barrio, en mi pequeña comunidad, pero el mundo no es mi mundo, el mundo es más que yo, más que mis amigos, el mundo es el resto de la gente, que a diario soporta la dominación del Estado, porque Estado es una forma de revisión, material, cultural, ideológica y simbólica y ¿qué haces con esa dominación? Entonces, la respuesta es: no te preocupes, si tú te despreocupas del Estado, el Estado por sí mismo desaparece, como si fuera el Estado un tema de consciencia o de falsa consciencia. “No –te dice Lenin– el Estado es materia, es coerción, es burocracia, es decisión, son leyes, son tribunales, son procedimientos, son financiamientos, son decisiones sobre dinero, sobre recursos, sobre propiedad.

Entonces, la idea de cambiar el mundo, sin tomar el poder, lo que en el fondo hace es reproducir el viejo poder de las clases dominantes. Ese es el problema con el profesor Holloway y con sus seguidores. Es muy fácil refugiarse en la academia y decir: estoy cambiando el mundo en mi academia. Claro, puedo cambiar el mundo desde mi academia, en vez de tomar café Nestlé, voy a tomar café orgánico y ¿el salario de millones de personas y los procedimientos administrativos y las leyes que nos quitan recursos o privatizan recursos?, ¿qué hago con ellos?

Un revolucionario no puede desprenderse de esa responsabilidad con la sociedad. Entonces, ahí Lenin, y un marxista es intransigente, hay que tomar el poder de Estado, ojo, no es solamente el poder de Estado lo decisivo, pero toda revolución pasa, necesariamente, por un buen tiempo, por la toma del poder del Estado; es decir, por la toma de la relación de dominación; primer eje discursivo de Lenin en estudio de la revolución.

El segundo, y aquí Lenin hace recuerdo que Marx hizo una corrección al manifiesto comunista, escrito en 1848, ¿cuál es esa corrección?, dice Lenin, no solo hay que apoderarse de la máquina estatal, sino que hay que romper la máquina estatal burocrática, es decir, hay una máquina de Estado, el revolucionario no solamente tiene que apoderarse de esa máquina, no puede, porque esa máquina funciona con un sentido específico, con una orientación especifica, tiene que tomar el poder de Estado, es decir, el mando; poder de Estado es mando político, pero hay que desmontar, destruir esta maquinaria que responde a otros intereses y comenzar a construir otra maquinaria de Estado.

¿Qué medidas enumera Lenin en “El Estado y la revolución”, recogiendo lo que Marx estudió en la guerra civil en Francia?, dice: ¿cómo se sustituye el Estado burgués?, dice Lenin, supresión del ejercito permanente, elección y revocatoria de todos los funcionarios, salario de obrero para todos y fusión del legislativo con el ejecutivo, dice, son las experiencias de la Comuna de París de 1871.

Menciono estos cuatro, porque van a ser justamente luego cuatro cosas que Lenin no va a cumplir, curiosamente, lo anota en “El Estado y la revolución”, pero cuando se da la revolución, no hay posibilidades de cumplir. Comencemos con el primero, la invasión, siete ejércitos invaden Rusia, siete ejércitos de siete países, ya hecha la revolución, habiendo pactado con Alemania, siete ejércitos: el alemán, el norteamericano, el inglés, el polaco, entre otros, qué tienen que hacer Lenin y Trotsky; Trotsky se pone encima de su tren blindado, se pone su chaqueta de cuero famosa y se sube a su tren y tiene que reconstruir un ejército con disciplina, y tienen que volver a reclutar a los antiguos jefes, comandantes del ejército zarista, al lado le colocan un comisario rojo, pero tienen que reconstruir el sistema de mando del viejo ejército, porque, si no, no había otra manera de enfrentar la invasión de siete países.

¿Pero habían los soviets armados?, evidentemente, hay soviets armados, pero en paralelo hay un ejército permanente, que es el único que va a hacerle frente al a invasión de siete países y, al final, el año 1919, va a derrotar la invasión de siete países.

Salario de obrero para todos, dice el manifiesto, “El Estado y la revolución”, antes de la revolución y después, a los pocos meses, Lenin tiene que decir, ya en 1918, “tuvimos que retroceder en una serie de puntos”, dice después, después de escribir “El Estado y la revolución”, tuve que retroceder dice, “por ejemplo, en el problema de las remuneraciones a los especialistas, según escalas a relaciones empresariales, no socialistas, estas remuneraciones excepcionalmente elevadas, no están incluidas en los planes del poder soviético e incluso se contraponen a una serie de decretos, pero tuvimos que hacerlo”, dice Lenin, “e incluso se contraponen a una serie de decretos, pero tuvimos que hacerlo”, dice Lenin.

¿Por qué tiene que hacer Lenin?, está escribiendo en “El Estado y revolución”: salario de obrero para todos; y un año después dice: “no, tengo que pagar a unos especialistas más que a un obrero”, dice, “porque sino la industria se cae, la industria se paraliza; esos especialistas que saben el management de una fábrica o de una empresa se van, se van, se escapan o no ponen en marcha la producción”. Es Lenin retrocediendo o rectificando la velocidad y los pasos que tiene que dar uno, cuando se desencadena la revolución.

Otra rectificación de Lenin, a los pocos meses de la revolución; dice Lenin, porque aquí decía: “hay que destruir todo el aparato de Estado”, y luego dice, “además del aparato de opresión por excelencia, que son las fuerzas represivas, el Estado moderno posee un aparato enlazado muy íntimamente con los bancos y consorcios, un aparato que efectúa un vasto trabajo de cálculo y registro; este aparato no puede ni debe ser destruido, lo que hay que hacer es arrancarlo de la supeditación a los capitalistas; cortar, romper y destruir los hilos por medio de los cuales los capitalistas influyen en él y subordinar ese aparato a los trabajadores para darle un carácter más amplio y popular”.

Lenin escribe una cosa en agosto del 17; y en noviembre, en enero, febrero de 1918, está comenzando a corregir, porque, como dice el ministro de Trabajo, “otra cosa había sido con guitarra”.

Esto, por si acaso, estas citas están en las “Obras completas”, estas mis obritas completas que se están deshaciendo, pero todavía aguantan, son muy leninistas, combativas; se están saliendo las hojas. Entonces, he preferido anotar para que no se me pierdan mis hojitas, eso está en “¿Se sostendrán los bolcheviques en el poder?”. El tema de los salarios está en el texto de: “Obras completas” Tomo XXXV, quiere decir que es el año 1922.

Por último, en la concepción marxista que resume Lenin en “El Estado y la revolución” es la extinción del Estado. Los marxistas se acercan al tema del Estado en la perspectiva de la extinción del Estado; es decir, el objetivo final de los comunistas es que el Estado, esta maquinaria que se coloca por encima de la sociedad, se disuelva, ojo, no dice: por decreto y este es un debate con los anarquistas pasados y actuales que creen que con un decreto, con una ley se puede abolir las cosas. Te dice: “hay un proceso largo de extinción del Estado que no sabemos cuántas generaciones tardará, pero el objetivo final es ir extinguiendo el Estado de tal manera que lo que ahorita es un aparato especializado”, dice Lenin, “comience a delegar sus funciones en la propia sociedad”.

Y, como vamos a ver después, ya en la revolución, este no es un tema de voluntad, la posibilidad de ir disolviendo el aparato del Estado en la sociedad organizada, no es un tema de voluntarismo, de decreto, de ley, de consciencia; es un tema de materialidad social.

Esos son los tres ejes que Lenin menciona del proceso revolucionario socialista. ¿Cómo se abolla esta teoría con la realidad?, ¿qué hace Lenin y qué dice Lenin después de escribir esto antes de la revolución y cómo comienza a actuar en la revolución? Eso yo quería hablar y es lo central en mi reflexión con ustedes, porque muchas veces, muchos compañeros de izquierda nos quedamos con “El Estado y la revolución”, con una mirada casi maximalista de la revolución y dejamos de lado la práctica de la revolución, los hechos prácticos.

Conozco compañeros míos cuyo acercamiento a las revoluciones es mediante History Chanel, y no es posible, pues, hablar seriamente después de haber visto History Chanel para entender la Revolución Soviética; es una mirada deslactosada de la vida, es decir, está bien para una charla de café, pero no para personas serias.

Pero hay algunos compañeros que se quedan con la lectura meramente de “El Estado y la revolución” y esta forma casi ultimatista, extrema de hacer la revolución ya no más y el comunismo casi ya no más, con lo que en verdad va hacer Lenin, en los siguientes cinco años, que va a vivir, él muere en 1924, creo que en enero de 1924, pero ya sufría problemas de movimientos y cerebrales, desde el año 1923, le dispararon dos veces y nunca le sacaron las balas, tenía muchos problemas.

Él vive, en verdad, la revolución en los años 1918, 19, 20, 21 y 22, cinco años, en 23 entra en un periodo de deterioro físico y en 1924 murió, pero en esos cinco años vive la revolución y escribe casi 15 tomos, sus obras completas son 45 tomos y lo que va en el periodo de la revolución, en esos cinco años, son de 15 a 17 tomos, incluidas las cartas. Es decir, escribe mucho más de lo que está en “El Estado y la revolución” y eso es lo que yo quiero, brevemente, comentar con ustedes, para contextualizar “El Estado y la revolución”.

¿Qué sucede en 1917? Los bolcheviques toman el poder, toman el palacio de Invierno, en base a los obreros, campesinos y soldados insurreccionados, botan a un gobierno social demócrata y entregan el poder a los sóviets.

¿Qué medidas se toman? Primero, una salida revolucionaria a la guerra imperialista, es la primera lección, es ante una guerra mundial, una revolución, como salida revolucionaria. Segundo, creación del país soviético, del régimen soviético, como un nuevo capítulo de la historia mundial. Tercero, creación de las bases económicas de un régimen socialista.

“Si quieres socialismo impulsa la acción asociada, comunitaria de las personas en la producción, en el comercio, en el transporte, en la agricultura”

¿Qué hacen los primeros días de haber tomado el poder? Nacionalizan las tierras de los grandes terratenientes, disuelven las grandes haciendas y las distribuyen en pequeñas parcelas campesinas, aunque el Estado es el propietario, pero la posesión y producción queda en manos de pequeños productores campesinos; nacionalizan algunas industrias, establecen el monopolio estatal del cereal y nacionalizan los bancos, son las primeras medidas que van tomando en octubre.

Sigue la guerra, la invasión, la contra revolución, los socialistas revolucionarios que atentan contra la vida de los bolcheviques, atentados terroristas en Moscú y en Leningrado, etc. Y entonces, el año 1918, toman la decisión de ir un paso más adelante y establecen lo que luego se va a denominar el “comunismo de guerra”. ¿Qué fue este tal “comunismo de guerra”? Dice: la requisa de los excedentes agropecuarios, todos los excedentes alimenticios son requisados por el Estado, se suprime el comercio agrícola, se impulsa, desde el Estado, las granjas colectivas, se militarizan y estatalizan los sindicatos, los intercambios entre empresas del Estado son definidos por la administración central, se suprime el comercio entre empresas, se comienzan a tomar a pequeñas empresas por trabajadores en los distritos y en los municipios, se define casi de manera plana los salarios de todas las personas, 1918, “comunismo de guerra”.

¿Qué sucede? Los año 1918 y 1919, la producción cae a como fue a principios del siglo XX, en Producto Interno Bruto, cae a lo que se producía en el año 1900– 1901, hay una caída catastrófica de la producción, hay hambruna, se calcula que van a morir varios millones de personas de hambre, y, se instaura en todas partes, lo que Lenin llama, un burocratismo asfixiante.

Parecen medidas muy radicales, acabar con el salario, acabar con el mercado, estatizar casi toda la vida económica, y Lenin hace una autocrítica a esas medidas, el año 1921, con el país en ruinas, Lenin emprende una autocrítica, y dice textual: “cometimos el error de querer emprender el paso inmediato a la producción y distribución comunistas”, el año 1921, dice Lenin, se hizo evidente que habíamos sufrido una derrota en nuestro intento de implantar los principios socialistas de producción y distribución, mediante un asalto directo y vimos que era inevitable, que es inevitable pasar por la táctica del asalto directo a la del asedio, a la de la gradualidad, a la de rodear” –sigue Lenin“la verdad es que la expresión de Unión de Repúblicas Socialistas significa la voluntad de poder soviético de realizar el tránsito al socialismo y, de ningún modo, que las nuevas formas económicas puedan ser consideradas socialistas”.

Es muy duro Lenin, ¿qué te está diciendo? Que el haber nacionalizado la banca, haber nacionalizado las industrias, haber nacionalizado el comercio exterior, el haber establecido un salario único, no es socialismo. “La verdad es que la expresión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas significa la voluntad del poder soviético de realizar el tránsito al socialismo, pero de ningún modo, que las nuevas formas económicas puedan ser consideradas, hoy, como socialistas”, dice Lenin.

“Quisimos organizar un intercambio más o menos socialista de productos industriales y productos agrícolas, pero qué sucedió, fracasamos. Y ahora debemos retroceder más allá del capitalismo de Estado, a la relación estatal de compras y ventas y a la circulación monetaria, a que el Estado se convierta en un comerciante mayorista”.

Con el “comunismo de guerra” era el Estado el que requisaba los productos agrícolas, que entregaba productos a la industria, que entregaba de una industria a otra industria, un Estado centralizado definía esas lógicas. Dice, hemos fracasado, eso no es intercambio ni comercio socialista.

Dice, “a la fecha, suponíamos que el intercambio de producción estatal y la distribución estatal, habíamos creado un sistema de producción y distribución diferente al anterior, pero no nos preguntábamos sobre los vínculos del mercado con el mercado y con el comercio”. ¿Qué está reflexionando aquí Lenin? Que una economía estatal no es socialismo. Y hago mucho hincapié con esto porque los que venimos de la generación -soy un poco mayor que vos Miguel, pero soy menor que el ministro de Trabajoen nuestra generación, socialismo es igual a estatización de los medios de producción, y te está diciendo Lenin no es cierto, pensamos que era así, y no es cierto, “seguimos en la misma economía capitalista”, te dice Lenin. Y ha estatizado bancos, y ha estatizado industrias, y ha estatizado comercio exterior, y ha estatizado comercio interior, también, y no es socialismo.

El Estado no suprime las relaciones capitalistas ni las relaciones mercantiles y, por eso, en 1921, poniendo fin al “comunismo de guerra”, dice, “tenemos que colocarnos en el terreno de las relaciones capitalistas existentes”. Y hay unos hermosos textos muy autocríticos, que dicen: “los comunistas no podemos ser autocríticos y no podemos esconder la realidad, tenemos que colocarnos en el terreno de las relaciones capitalistas existentes”.

¿Qué se hace en estos casos, qué hace un revolucionario que ve que todas las medidas más radicales de construir una sociedad socialista fracasan o no llegan a lo que se proponían llegar? Mi lectura, lo que hace Lenin el año 1921, 22, 23, es reconocer los errores, reconocer dónde estamos, dimensionar lo que materialmente se puede hacer e impulsar las acciones más revolucionarias en favor del objetivo deseado.

Aquí hay un debate entre los marxsólogos, entre los estudiosos del bolchevismo porque en estas refllexiones Lenin va a debatir mucho y el partido bolchevique sobre el tema del capitalismo de Estado, que ya lo habían estudiado desde el año 16, 17, y lo vuelven a retomar.

Me adelanto, en el Lenin, del año 21 hasta su muerte, va a haber dos tendencias, la primera, que ante la realidad de que no se ha podido avanzar en el socialismo, hay que ir por el lado de potenciar el capitalismo de Estado, una alianza entre el proletariado y el Estado contra la pequeña producción que limita el capitalismo del Estado centralizado, ¿por qué capitalismo de Estado? Porque habla ya de una centralización de la producción y del comercio.

Y la otra lectura, posterior, de que en verdad de lo que se trata es una alianza entre proletarios más campesinos que conducen al socialismo en base al trabajo asociativo, evaluando el fracaso del “comunismo de guerra” se establece la nueva política económica la nueva, la NEP.

¿Qué dice la NEP, qué decisiones toma Lenin después del fracaso del “comunismo de guerra”?, porque, dice, “el ‘comunismo de guerra’ no había sido comunismo, el ‘comunismo de guerra’ había sido capitalismo nomás, pero encima malo, porque se nos está muriendo la gente, la gente tiene hambre”.

Establecen la NEP, qué dice la NEP, sustitución de las requisas por el impuesto en especie, ya no hay requisas sino un pequeño impuesto a la producción agrícola; libertad de intercambio entre productores campesinos, industrias y comercio; posibilidad de que las granjas colectivas, que se habían creado, puedan ser arrendadas a privados; derecho a dispones del excedente agrario en el mercado; restablecer la pequeña industria; arrendamiento de empresas estatales a privados, posibilidad del Estado puedan disponer de sus recursos financieros y materiales de manera autónoma; empresas con menos de 20 trabajadores se las libera de cualquier tipo de nacionalización; las empresas estatales solo pueden acceder a crédito en base a la rentabilidad de la empresa; se suprimen subsidios estatales; las empresas del Estado pueden venderle al Estado siempre y cuando sus precios sean competitivos, si no, fuera; mercado de productos libre; salario ligado a la productividad; salario mínimo y de ahí una escala en función de productividad; se elimina el límite de dinero que las personas pueden depositar en los bancos y no pueden ser confiscados; se crean cajas de ahorro; los servicios públicos empiezan a ser pagados, ya no están subvencionados; se controla el déficit fiscal a partir del año 21, el Estado fija que no puede excederse el déficit, es decir, no se puede gastar más de lo que se tiene; impuestos a las bebidas, al tabaco y a la renta de los profesionales.

¿Qué más tuvo la NEP? Algo que no debatimos mucho los comunistas y está en las Obras Completas, tomo enteros de eso, el tema de las concesiones. Se entregan bosques, se entregan parcelas agrícolas, se entregan áreas mineras y se entregan áreas petroleras a la inversión privada extranjera, año 1921.

¿Por qué? ¿Cómo es posible que este Lenin comunista haga semejante barbaridad, qué le ha pasado a Lenin, parece un traidor? Explica Lenin, está en el Congreso de los sóviets, “para el conocimiento de los sóviets, ustedes van a recibir –diceun libro de 600 páginas, es el plan de electrificación de Rusia, pero no podemos acelerar su realización sin la ayuda del capital extranjero y sin medios de producción, pero para recibir ayuda hay que pagar, pero con qué vamos a pagar, con oro, ya no nos queda; tampoco podemos pagar con materias primas, porque apenas nos alcanza para nosotros, por eso hemos solucionado el tema mediante las concesiones. Mediante la concesión, nuestra ganancia no solamente será económica, sino que también obtendremos conocimientos”, dice Lenin.

¿En qué consistían estas concesiones? “Al concesionario se le otorga, en pago, una parte del producto por el derecho a explotar un área, se otorgan plazos de concesión prolongados a fin de garantizar al concesionario la total compensación por el riesgo y al recuperación de la tecnología invertida; la URSS garantiza que lo bienes del concesionario invertidos en la empresa, no serán sujetos a nacionalización, confiscación, ni requisa. Nuestro interés -dice Lenines recibir lo más pronto posible, de los países capitalistas, los medios de producción: locomotoras, máquinas, artefactos eléctricos, sin los cuales no podemos construir nuestra industria”.

“Se trata concesiones alejadas, las concesiones son una guerra, somos conscientes que son una guerra, mientras no hayamos derribado al capital en otros países del mundo, mientras que este sea mucho más fuerte que nosotros, y mientras ellos en cualquier momento puedan dirigir sus fuerzas contra nosotros, por eso debemos fortalecernos, y para ello es preciso desarrollar la gran industria”.

Lenin sigue, justificando estas concesiones en áreas alejadas de los grandes centros industriales, “nuestro objetivo es, en el cerco capitalista, debemos aprovechar la vives de los capitalistas por los beneficios y la rivalidad entre los trust, a fin de crear condiciones para la existencia de la república socialista, que no puede existir sin vínculos con el mundo, y que en las presentes condiciones debe adaptar su existencia a la relaciones capitalistas”, dice Lenin.

Y continúa, “de esta manera, contribuimos a mejorar nuestras condiciones económicas y, con ello, a garantizar la estabilidad del poder soviético”. Y se pelea contra los ultraizquierdistas, que le critican, “quien obtenga los mejores resultados en esta esfera aunque sea por medio del capitalismo privado, incluso, sin las cooperativas o sin transferencia, este capitalismo ha de dar por la causa del socialismo en Rusia más que cualquier meditación sobre la pureza del comunismo”.

Y responde a la pregunta, ¿oye, no es peligroso entregar eso?, y dice, “¿no es peligroso recurrir a los capitalistas? ¿No significa un desarrollo del capitalismo estas concesiones? Sí –dicesignifica un desarrollo del capitalismo, pero no es peligroso porque el poder seguirá en manos de los obreros y campesinos, y los terratenientes y capitalistas no recuperarán sus propiedades”. Son palabras muy duras y son reflexiones muy fuertes.

¿Qué le está preocupando a Lenin en el año 1921? Tres cosas: garantizar crecimiento y bienestar económico a su gente, crear las condiciones materiales de la producción industrial a gran escala y eso no lo puede hacer solo. Intentaron con el “comunismo de guerra” y fracasaron, el lo dijo, “hemos fracasado”. “No pudimos ir como un salto hacia adelante, entonces, hay que hacer un asedio”, dice. Hay que pasar de la táctica del asalto a la táctica del asedio, y aquí la preocupación fundamental de Lenin es la economía, economía y economía.

“Es más importante mejorar la producción que todos los debates sobre el comunismo puro”, dice. Segundo, crear estructura material: industria, maquinaria, acceder a esos conocimientos, acceder a esos recursos y dice, “esto es la garantía para conservar el poder político. La clave de todo esto es que el poder político siga en manos de los trabajadores”.

¿Es riesgoso? Claro que es riesgoso, todo es riesgoso, un revolucionario vive en riesgo perpetuo, hasta que se muere, pero dice, la clave es mantener el poder político. Hay una frase más lapidaria, “si el siguiente año no mejoramos la economía, no va a haber poder soviético”, economía, tema central; garantizar el poder soviético, esperar e impulsar la revolución mundial.

Dice: “Rusia no puede quedar al margen de la economía mundial” y repito esas palabras porque hay muchos que nos critican a nosotros, algunos compañeros izquierdistas de café que dice: “ah, pero siguen con el mercado mundial, pero claro, pero qué creías, que un país iba a aislarse del mundo y hacer el socialismo, el comunismo, el comunitarismo, el vivir bien, solo en una pequeña isla, estás loco; porque tu vida entera está interlazada con el resto del mundo, una maquinaria, un micrófono, un asfalto, una luz, un celular, todo está interconectado con lo que producimos acá y con lo que producen en Estados Unidos, en China, en Japón, en India, Brasil, en Argentina, en Alemania, el mundo está entrelazado, y un país no pueden quedar al margen.

Pero, sigues subordinado a la división internacional del trabajo. Y qué crees que puede hacer un país, ni la Rusia soviética que era un imperio, pudo librarse de esa interdependencia con el mercado mundial.

¿Qué puede hacer un país revolucionario? Garantizar economía, crear bases materiales del desarrollo tecnológico, garantizar el proceso de mando y de poder de los sectores revolucionarios obreros, campesinos y dar pasos prácticos en procesos de socialización de la producción.

Y esa es la parte final que voy, ¿qué comienza a desarrollar Lenin a partir del año 1921, 22? Una nueva mirada de lo que puede ser el socialismo. Antes, le había dado mucha importancia, primero, con las medidas estatistas, estatizarlo todo y dice, “fracasamos, en verdad seguimos en el capitalismo”, entonces, qué haré, entonces, impulsaremos un tipo de capitalismo de Estado, porque dice, textualmente: “el capitalismo de Estado es la antesala del socialismo”. Está pensando en la centralización de la economía, pero luego comienza a impulsar otro tipo de reflexión de cómo llegar al socialismo, leo las dos últimas frases:

“El poder de Estado sobre los grandes medios de producción y la alianza de este proletariado con millones y millones de pequeños y muy pequeños campesinos, no es esto, acaso, lo necesario para construir la sociedad socialista, completa, la sociedad socialista partiendo del trabajo cooperativo. No es todavía la construcción de la sociedad socialista, pero sí, todo lo necesario y suficiente para ello”, Obras completas, tomo 36, este es año ya 1923.

Sigo con Lenin, 1923, poco antes de que muera: “en nuestras condiciones, la cooperación coincide totalmente con el socialismo, ya no es tanto el capitalismo de Estado como antesala del socialismo, sino la cooperación, el trabajo asociado, el trabajo cooperativo y basado en la emulación y en el ejemplo, tenemos derecho a decir -dice Leninque para nosotros el simple desarrollo de la cooperación se identifica con el desarrollo del socialismo y, al mismo tiempo -finaliza Leninnos vemos obligados a reconocer que se ha producido un cambio radical en toda nuestra visión de lo que es socialismo”.

¿Cómo se ha construido el socialismo? Complicado, complicado, la experiencia leninista nos dice: la estatización no es socialismo, intenta por el tipo de capitalismo de Estado que es la centralización de los medios de producción y la gran industria, y luego dice, tampoco va por ahí muy bien el camino. Y por último, antes de morir, desarrolla, impulsa su idea del trabajo asociado, del trabajo en común, del trabajo colectivo, impulsado por iniciativa de la propia sociedad, impulsado por acción voluntaria, no coercitiva, de obreros y de campesinos y mientras eso tiene que ir avanzando, es un proceso largo, dice, garantizaremos condiciones económicas mínimas, desarrollemos base tecnológica, preservemos el poder político de los trabajadores, esperemos la revolución mundial.

No puede haber socialismo en un solo país, es el viejo debate que luego Stalin lo va a retomar y cambiar, Stalin va a decretar el socialismo en el año 1928, a los cinco años, que muere Lenin y va a establecer una estatización general del trabajo.

Pero aquí Lenin está reflexionando sobre las vías al socialismo y nos da herramientas para entender, hoy, siglo XXI, las vías de la revolución, las vías de la construcción del socialismo. No puedes construir la nueva sociedad en un solo país, sino que es un proceso mundial, si una revolución triunfa, tiene que en primer lugar garantizar el poder de los trabajadores y ese poder no se sostiene sino garantizas, crecimiento, estabilidad y desarrollo económico.

La economía como eje central, alguna vez debatimos con los compañeros del foro de Sao Paulo, cuando debatíamos con los compañeros de Ecuador, Venezuela, Brasil y Argentina, la clave de América Latina es la economía, la clave de los procesos progresistas en América Latina, debatíamos, es la economía: garanticen estabilidad económica, garanticen crecimiento económico porque la gente luego te cobra, por muy marxista que seas, te cobra si comienza a ver flaquezas económicas, crecimiento económico-poder político, creación de las bases materiales de tecnología, ciencia, conocimiento, impulso de acciones asociativas, comunitarias de producción, de comercio y el Estado puede estar ahí para ayudar, el Estado no crea comunidad, el Estado puede ayudar a que la comunidad, como iniciativa de la sociedad, se expanda, pero el Estado no crea comunidad, el Estado es monopolio por muy revolucionario que sea es monopolio.

Comunidad es libre asociación de productores, pero el Estado puede darles una fábrica, sí; puede ayudar con transporte, sí; ayudar con créditos, sí; pero la gestión es una acción y un aprendizaje colectivo, no es una decisión burocrática administrativa, es decir, en Lenin y retomó eso el socialismo es una construcción colectiva de los trabajadores, no es una decisión administrativa del Estado.

Y miren, cómo Lenin tiene que estar permanentemente corrigiendo su pensamiento, ha escrito cuatro años antes en la historia de la revolución muchas cosas y las tiene que ir rectificando en los siguientes meses, en todo caso, no cabe duda que Lenin es un pensador muy actual, muy útil para entender y para movernos. No podemos compararnos acá con semejante revolución, por supuesto que no, pero hay cosas que se aprende de ellos y hay cosas que uno puede hacer mejor que ellos; hay cosas que no se pueden repetir, quizás, lo que luego, 70 años después se va a derrumbar con la caída del muro de Berlín se encuentran con estas reflexiones, en lo que no se quiso impulsar desde estas reflexiones, porque se impuso una mirada estatista del socialismo y te dice Lenin, eso no es socialismo, el estatismo no es socialismo, ayuda a centralizar, puede mejorar distribución de las riquezas, pero no es socialismo, compañero.

Si quieres socialismo impulsa la acción asociada, comunitaria de las personas en la producción, en el comercio, en el transporte, en la agricultura, como acción de la sociedad civil en movimiento y el Estado, abriendo camino, mejorando, apoyando, pero nunca creando, el Estado no crea comunidad, hay que volver a leer “El Estado y la revolución”.

Estado máquina estatal, toma del poder, revolución toma del Estado, transformación de la estructura estatal, pero hay que volver a leer mejor a Lenin del “comunismo de guerra”, a Lenin de la autocrítica al “comunismo de guerra”, a Lenin del trabajo asociado, del trabajo comunitario, creo que esa lectura va a ser mucho más importante para orientarnos en las siguientes décadas.

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* Álvaro García Linera nació en Cochabamba-Bolivia. Fue a estudiar la carrera de Matemáticas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A su regreso a Bolivia se dedicó a la organización y aporte ideológico en el Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK), conciliando la teoría indianista con el marxismo y generando una praxis revolucionaria-comunitaria. En 1992 fue encarcelado durante cinco años; en 1997 sale de prisión por no haber sentencia en su contra. Dictó cátedra en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y otras universidades. En el año 2005 fue invitado por el Presidente Evo Morales como Vicepresidente para las elecciones en las que obtuvieron un triunfo histórico. Actualmente es Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Entre algunas de sus publicaciones destacan: De demonios escondidos y momentos de revolución. Marx y la revolución social en las extremidades del cuerpo capitalista (1991); Forma valor y forma comunidad (1995, 2009); Reproletarización. Nueva clase obrera y desarrollo del capital industrial en Bolivia (1952-1998) (1999); Sociología de los movimientos sociales en Bolivia (2004); La potencia plebeya. Acción colectiva e identidades indígenas, obreras y populares en Bolivia (2008); Las tensiones creativas de la revolución. La quinta fase del Proceso de Cambio (2011); El “oenegismo”, enfermedad infantil del derechismo (2011); Geopolítica de la Amazonía, poder hacendal patrimonial y acumulación capitalista (2012); Identidad Boliviana. Nación, mestizaje y plurinacionalidad (2014); La condición obrera en Bolivia. Siglo XX (2014).

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Producción editorial del equipo de la Revista Lanzas y Letras. www.lanzasyletras.com