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“Manuel Pérez. Un cura español en la guerrilla colombiana”: Una entrevista a Fabiola Calvo

En esta oportunidad, conversamos con Fabiola Calvo a propósito del relanzamiento de su libro “Manuel Pérez. Un cura español en la guerrilla colombiana” el pasado 30 de abril en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Nos habló desde el papel de Manuel Pérez y de las mujeres guerrilleras en su organización, hasta de la construcción de una sociedad más igual que no niegue la diferencia. Fabiola nos ofrece una mirada actual de semblanzas realizadas hace 30 años.

Qué mejor que darle apertura a esta entrevista hablando acerca de ti. Nos interesa saber quién eres y a qué has dedicado tu vida, además de la realización de este libro hace ya unos 30 años.

Mi vida la he dedicado fundamentalmente a la actividad política, al ejercicio periodístico y a la actividad académica. Sumado a esto también a mis relaciones familiares, a mi vida en familia. Viví veinte años exiliada en España. Allí tuve la oportunidad de hacer un doctorado en Ciencias Políticas y Sociología, y a la vez ejercer el periodismo como corresponsal internacional. He publicado varios libros sobre la violencia política en Colombia, he hecho varios escritos también sobre el tema, fundamentalmente ensayos, y he publicado sobre el tema de género, la revolución de la palabra y el lenguaje incluyente no sexista.

Los últimos años los he dedicado a la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres específicamente en el campo del periodismo, reivindicando mucho el capítulo J de la plataforma de acción de Beijing de 1995, en el que se habla de la visibilidad de las mujeres en los medios y la urgencia de acabar con los estereotipos a la hora de mencionarlas. En términos muy generales, a eso me he dedicado.

Adentrándonos en el interés por este lanzamiento que llega finalmente a nuestro país y que trata sobre una parte importante de nuestra historia reciente, nos gustaría saber cómo fue tu experiencia escribiendo y publicando este libro en España, qué obstáculos se presentaron en ese proceso y cuál es la recepción que esperas en Colombia.

El libro fue muy bien recibido en España. Era un capítulo de nuestra historia poco conocido por las noticias a través de la prensa y del que aún no se había publicado una semblanza. Antes de publicar este libro el periódico El Mundo de ese país había publicado una noticia en la que anunciaban la muerte de Manuel Pérez. Sin embargo, la publicación del libro desmintió la noticia.

En el libro se da un conocimiento más amplio de lo que fue este sacerdote español, de las razones de su salida de España y el porqué de su vinculación con organizaciones armadas en Colombia. Para publicarlo allá no tuve ningún problema, fue una propuesta que me hizo una editorial española. Ya luego tuvo mucha prensa y muchas organizaciones sociales se encargaron de realizar eventos para dar a conocer su publicación. En España ha estado en ferias del libro y en términos generales así fue.

Aquí hubo alguien que se interesó por el libro y me preguntó por él. El libro no se consigue aquí en la edición española, entonces, realmente fue una iniciativa, una propuesta de publicarlo como una coedición. Las dificultades mayores de esta republicación tienen que ver fundamentalmente con lo que está pasando en el mundo editorial con relación al papel. Pero no he tenido problemas de otro tipo.

Deseo que este esfuerzo tenga una buena recepción en Colombia debido a que es un libro que tiene que ver con nuestra memoria histórica, gústele o no el personaje del que trata a quien lo lea. El libro hace parte de la historia de este país al que Manuel Pérez hizo propuestas y posiblemente mucha gente joven ni siquiera sepa quién es él, porque aquí la historia, la memoria en general, es muy frágil. Esto último también se debe a la rápida secuencia de hechos y acontecimientos, lo que pasa hoy se olvida velozmente porque vienen hechos y más hechos que tienen mucha trascendencia en la situación sociopolítica del país y hace que las cosas se pierdan de vista, aunque otras también se olvidan ya que el sistema en el que estamos se encarga de hacerlo. Por eso espero que el libro tenga la mejor acogida posible, sobre todo para quienes están interesados en conocer la historia política de este país que es donde creo yo que hay que incluir este tipo de semblanzas.

Ahora, entre tantas cosas de las que se podría escribir, de tantas personas de las que se podrían hacer historias de vida, ya que haces alusión a las semblanzas, ¿por qué escribir sobre Manuel Pérez?, ¿se puede deber a que fue una figura que se alzó por encima de otras al interior de esta organización?

Yo creo que él vivió su momento como dirigente y eso fue cuando cumplió con ese rol en su organización. Hay que admitir que el ELN es una organización que tuvo muchos vínculos con los Comités Cristianos de Base y que fue fuertemente influida con el auge de la Teología de la Liberación. Entonces, el hecho de ser un cura que se comprometió con un proceso como estos en Colombia le dio gran relevancia al interior del ELN. Además, esa relevancia logró que tuviera vínculos con el resto de las organizaciones que existían en ese momento.

Creo que el por qué escribir sobre él tiene que ver con que existen figuras que no podemos dejar de lado ya que justamente han sido dirigentes en el contexto colombiano y figuras relevantes de la historia del país; él como Pizarro, Bernardo Jaramillo, Óscar William Calvo, Ernesto Rojas, entre otros, son personajes que han tenido que ver sí o sí con distintos procesos de Colombia. Si realmente tenemos curiosidad, necesidad o conciencia para profundizar en nuestra historia, tendremos que revisar que papel jugó cada uno de los que acabo de mencionar en la democracia de este país. La democracia ha costado tanto, pero tanto aquí, que cuesta decir que lo poquito que tenemos hoy tiene que ver con todos estos procesos.

También nos gustaría conocer tus valoraciones acerca de la coyuntura política actual en clave de la publicación de tu libro. Para un ELN que se debate hoy entre la guerra y la paz, ¿qué puede representar la figura del cura Manuel Pérez?

Es una pregunta que no te puedo responder, pues, tendría que conocer exactamente qué pasa internamente en esa organización. Se ha dicho que hay mucho problema interno, pero también sabemos que hay propuestas que le apuntan a un proceso de diálogo y posiblemente de negociación.

No podría comparar los planteamientos del momento en el que hice las entrevistas a lo que está sucediendo hoy. En ese momento, por ejemplo, el ELN no se vinculó a los procesos de negociación que dieron como resultado la Asamblea Nacional Constituyente. Habría que hacerles otra lectura a las circunstancias actuales para ver, pensaría yo, sus propuestas estratégicas, si siguen siendo viables o no.

De regreso a tu publicación, hubo algo que nos interesó y tiene que ver con lo de “humanizar la confrontación”. Esto lo encontramos en una parte del libro en el que se ponen en el centro a las guerrilleras del ELN. ¿Qué significó esto y cuál crees que fue la relación entre el papel de las mujeres de la organización y el de Manuel Pérez para que esto sucediera?

Siendo un poco fieles con las entrevistas, por un lado, la “humanización de la confrontación” tiene que ver con que se aplicara el Derecho Internacional Humanitario, con el respeto por la condición humana y que se respetara a la sociedad civil. En el caso de las mujeres, estas aportaron mucho al tratamiento de los civiles; empujaron para que realmente la confrontación se diera entre los actores armados, sin poner civiles en el medio. Además, en el caso también de las mujeres, cuestionaron el cómo se establecían las relaciones entre estas y los varones al interior de la organización. Todo esto tiene que ver con el trabajo que hicieron a comienzos de la década de los noventa con Manuel Pérez.

Yo le decía que, si él es sacerdote y católico, qué hacia con el quinto mandamiento de la ley de dios que dice “No matarás” y él respondía con que la confrontación tenía que ser con actores armados, sin odio ni venganza. Eso es un poco de lo que les podría comentar con relación a la “humanización de la guerra” para querer profundizar más ya tendríamos que revisar que dice Manuel Pérez en las entrevistas del libro.

Además de lo que te acabamos de preguntar, hubo otra cosa, entre tantas, que nos despertó gran interés y que también involucra a las guerrilleras del ELN. Tiene que ver con lo que señalas en tu libro como “reivindicar la diferencia y no la igualdad”. ¿Qué significa esto?, ¿deja alguna enseñanza para la política actual?

En el ELN, la mayoría de las guerrilleras, diría que cerca del 90%, al menos en esa época, eran mujeres del campo, similar, por ejemplo, a lo que ocurría en las FARC, cosa que se pudo ver cuando empezó la desmovilización. Sin duda alguna, es un gran porcentaje. Pienso que ocurría ya que aquellas ganaban más llegando a esta organización que quedándose en su casa, en donde eran víctimas de agresiones por parte de sus padres, hermanos o maridos y no podían tomar sus propias decisiones. Mientras que, cuando se vinculaban a la organización, ganaban en independencia, por ejemplo, en la posibilidad de elegir a su pareja, en la posibilidad de separarse: cosas que no lograrían sin que fuesen señaladas por su entorno familiar de seguir allí.

Diferente era con las que llegaban de las ciudades, puesto que no tenían las mismas capacidades físicas que podían tener los varones e incluso las mujeres campesinas. En ese sentido se planteaba que era importante reivindicar que existía la diferencia y que no podían tener la misma igualdad que estaban reivindicando con respecto a los hombres. Entonces, empezaban los debates con respecto a la igualdad en derechos, pero manteniendo la diferencia. En ese momento, por ejemplo, se hacía alusión al aborto, a la ocupación de cargos en la organización. El cura sabía, en este caso, que el machismo abundaba al interior de la organización.

La discusión se ha abierto bastante y considero que se da sobre todo a nivel del movimiento feminista y a nivel de políticas públicas. ¿Qué enseñanzas puede dejar esto para el momento actual? Realmente yo creo que hay que seguir hablando de que hay diferencias y que seguramente se mantendrán, pero eso de ninguna manera puede sustraernos de la lucha por la igualdad en derechos en cualquier lugar de la vida política en el que estemos. Hoy, por ejemplo, hablamos de los derechos políticos de las mujeres, de su capacidad de asumir cargos y de tomar decisiones. Entonces, si las mujeres no tienen escuela, ¿cómo van a participar y a ganar en el terreno político? Ahí encontramos, en ese sentido, una gran enseñanza, siendo cierto también que fue una influencia del movimiento feminista al interior, en general, de las organizaciones guerrilleras el que se tocaran estos temas.

Por último, para redondear, es de nuestro interés saber qué significa para ti la republicación de este libro en nuestro país.

El libro es, entre otras cosas, para conocer la génesis de una de las tantas organizaciones que existieron en este país. Sabemos que si no conocemos nuestra historia cualquier cosa puede decirse y con cualquier discurso nos pueden embaucar. Este es un momento preciso para dar a conocer una serie de hechos que le han aportado a la democracia colombiana, aunque posiblemente no todos, claro. Pero es importante conocerlos, saber de dónde vienen, saber de dónde viene la constitución política que se tiene hoy que no se logró gratis, se logró, desafortunadamente por la incidencia de estas organizaciones en el escenario político de Colombia.

Hoy me parece necesario, primero, respetar los acuerdos de paz, que se firmaron con las FARC en el 2016, y respetarlos es cumplirlos; y, segundo, me parece que cabe una negociación t con el ELN. No comparto una serie de hechos del ELN pero sí comparto que en este momento se precisa de una negociación que ojalá pueda llegar a un acuerdo para darle salida a la situación de violencia que hemos vivido durante décadas en Colombia.

En verdad me gustaría que mucha gente pudiese leer mi libro, creo que es un pequeño aporte al conocimiento de la historia de este país. En ese sentido es importante que el libro pueda difundirse también, y que sea leído sin esquemas previos ni prejuicios, que pueda leerse como lo que es: una parte de la historia colombiana, ni siquiera un capítulo.