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La historia no contada de la Sede Medellín de la Universidad Nacional

Tratando de recoger la memoria de la segunda sede más grande de la Universidad Nacional, un grupo de estudiantes plasma en este texto una mirada disidente, que se aleja de lo que se dice desde la historia oficial y abre la posibilidad a nuevas miradas de la vida universitaria.

El siguiente texto es un corto artículo que fue escrito en el año 2018 por un Grupo de Estudio y Trabajo llamado Nuestra Memoria, que, a su vez, hace parte de la Oficina Estudiantil UN. Su publicación no es menor, pues, cada letra es una pisada que damos sobre el campus de nuestra Sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia. Este texto va caminando por las aulas, los pasillos y, por supuesto, camina sobre la memoria. Rescata algunos momentos de la historia de la sede porque reconoce que este lugar y sus habitantes están precedidos por un cúmulo de sucesos que no han sido contados. Sin embargo, este también es un texto inquieto que no lo sabe todo y que pregunta por lo que ignora. Son muchas las piezas del rompecabezas para construir la memoria de la Sede Medellín, aquí encontraremos unas pocas fichas del puzle. Implícitamente nos invita a ir tras las huellas perdidas de los lugares que habitamos, porque conocerlos es conocernos: “Como estudiantes que habitan día a día no solo unos salones y espacios, sino que retoman y modifican las dinámicas que mueven a la universidad, se nos hace imprescindible conocer nuestra historia para dejar de caminar a ciegas y por fin reivindicar y defender lo que nos corresponde”. Esta es nuestra memoria, las voces que vienen desde abajo y que gritan desde las paredes y los archivos, la que se conserva desde los rumores y la cotidianidad, la memoria de todas, todos y todes, de las personas que ya no están y de las que no han llegado. Nos emociona, como equipo editorial de Lanzas y Letras, hacer esta publicación, pues tiene detrás trabajo de muchos años. 

Por: Grupo de Estudio y Trabajo Nuestra Memoria, Oficina Estudiantil UN. La Sede Medellín de la Universidad Nacional de Colombia ha sido excluida de la ciudad, no solo por su pésima integración a la misma a partir de rutas de transporte público o por su casi nula aparición en medios locales, sino también por lo poco que la ciudad sabe o se ha preocupado por saber de ella. No obstante, esto no ocurre porque no se quiera saber de su historia, es que realmente no está registrada y lo único que sabemos son detalles de la historia oficial. Sabemos, por ejemplo, que en pleno periodo de La Regeneración, en 1886, se decreta la construcción de dos escuelas de minas, de las cuales únicamente sale adelante la de Medellín[1]. También sabemos que en 1914 la Asamblea Departamental de Antioquia ordenó la creación de una Escuela de Agricultura Tropical y Veterinaria[2] que se estableció en Bello, pero, que luego de reformas académicas y administrativas, se trasladó a los predios adquiridos en 1927 en Otrabanda, por el lado occidental del río Medellín donde poco se había construido por las características húmedas del suelo y la presencia de la quebrada la Iguaná. Pocos años después, en 1934, se convirtió en el Instituto Agrícola Nacional por diferentes problemas financieros con la gobernación de Antioquia. Es así como la Escuela Nacional de Minas comienza a hacer parte de la Universidad Nacional de Colombia como Facultad Nacional de Minas en 1935 y el Instituto Agrícola Nacional como Facultad de Agronomía en 1937[3], todo en el marco de las reformas de López Pumarejo.

Fotografía: Jorge Obando. Instituto Agrícola Nacional (1937), actual bloque 41 de la Sede Medellín

Sin embargo, no sabemos cómo fue afectada la seccional Medellín por el conflicto armado como sí lo sabemos en el caso de la Sede Bogotá y de la Universidad de Antioquia —esta última incluso intenta ser reconocida como sujeto de reparación[4]—. Tampoco sabemos en qué año acabaron las residencias dentro del campus. No conocemos la relación histórica de la Sede Medellín con el barrio la Iguaná o con el resto de la ciudad. Mucho menos conocemos de las dinámicas cotidianas dentro de la Universidad que definían a lxs estudiantes, a lxs profesorxs y a lxs trabajadorxs. Existen, alrededor de estas incógnitas, rumores de cómo fue la Nacional en la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, pero por el momento se quedarán solo en rumores por la falta de documentación al respecto. En este artículo nos abocaremos al recuento de algunos rumores para tener un horizonte en la búsqueda de la historia no contada de la Universidad Nacional Sede Medellín y no dejar perder estas anécdotas, tal vez falsas, por el paso de generaciones.

A pesar del desconocimiento, en realidad la Sede Medellín nunca estuvo alejada del contexto social y político del país: las carreas que se fundaron respondieron a necesidades económicas de la región así como a las dinámicas políticas, las organizaciones estudiantiles y los sindicatos fueron reflejo del contexto político nacional e internacional, lxs profesorxs y estudiantes que recorrieron sus pasillos y ocuparon sus aulas respondieron a las características de la Universidad y a las de las personas que ingresaban año tras otro. Es así como en el seno de la Facultad de Agronomía nació el pregrado de Economía Agrícola en 1968 que daría paso, a su vez, a la Facultad de Ciencias Humanas, puesto que en medio de la Guerra Fría y de la Alianza Para El Progreso el problema de la tierra se volvió un tema inevitable para los países latinoamericanos.

Fue entonces cuando Lola, al frente del bloque 46, comenzó a vender los libros de la época: el Libro Rojo de Mao, El estado y la revolución de Lenin, Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano[5], es decir, los libros a los que inexorablemente llegaban lxs estudiantes de ese pregrado que se pensaban el conflicto armado y la transformación del campo colombiano. Se dice que el Ejército Popular de Liberación (EPL) tuvo una fuerte presencia en la Sede Medellín, algo entendible si se tiene en cuenta que la sede hacía énfasis en el sector agrícola y que el pregrado de Economía Agrícola era el más influenciado por las Ciencias Sociales. Existen fotos que muestran el logo del EPL en diferentes partes del campus universitario, así como bastantes documentos y periódicos —que se pueden encontrar en el archivo de la Oficina Estudiantil— del Partido Comunista Colombiano (Marxista Leninista), el cual sostenía que esa guerrilla era su brazo armado.

Cuenta Luz Mery Restrepo, quien históricamente ha estado en las bibliotecas de la sede, que “[en 1977] debido a las constantes movilizaciones, revueltas y cese de actividades estudiantiles la
Universidad fue cerrada y militarizada[6]“. Sobre este hecho sería muy necesario recurrir a otras fuentes primarias para saber si la movilización de lxs estudiantes y la militarización del campus estuvieron relacionadas de alguna manera con la mayor movilización social en Colombia, el Paro Cívico de 1977 realizado el 14 de septiembre.

De ese mismo año data un mural —hace mucho borrado— y la placa que aún se conserva en las escalinatas del bloque 24, puesta por la Asamblea General de Estudiantes y el Sindicato Nacional de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia (Sintraunicol), en conmemoración del estudiante Carlos E. Bravo, líder estudiantil desaparecido y asesinado oficialmente en el mes de junio. Por otro lado, tampoco sabemos la historia del busto de Camilo Torres que se encuentra entre El Ágora y el bloque 41. Algunos rumores dicen que en un inicio se encontraba en el campus de Minas y que luego fue trasladado al Volador. ¿Quién tuvo la iniciativa de hacer el busto? ¿quién de trasladarlo? ¿por qué de Camilo Torres? ¿estará relacionado con su visita en la década del sesenta?

Actuales profesorxs de la sede que fueron estudiantes, cuentan que antes la Universidad no estaba cercada y era propietaria de una parte del cerro El Volador. También dicen que las residencias estudiantiles estaban ubicadas en lo que hoy es Unisalud, es decir, el bloque 50 pero que fueron retiradas del campus, posiblemente en la misma época que las de Bogotá, particularmente por las actividades de movimiento estudiantil y la relación con los tugurios cerca de la Universidad. El cercamiento, entonces, se estima que se hizo por el año 1982. Las residencias pasaron a un edificio cerca de lo que actualmente es la minorista y fueron exclusivas para hombres. En el año 1987 se realizó un paro por la exigencia de un programa mínimo de lxs estudiantes, que terminó con un pliego de exigencias en donde estuvo la adjudicación de los bajos del bloque 46 (actual Facultad de Ciencias Humanas y Económicas) para su adecuación como Oficina de Grupos Estudiantiles que aún existe y no ha perdido ese carácter. Desde ese mismo año se pueden rastrear las llamadas “peñas culturales”, jornadas de música y articulación de organizaciones de las que nacen los rostros plasmados en el bloque 21 donde se encuentran Oscar William Calvo, Camilo Torres, Gaitán, Jaime Bateman, entre otros, lo cual demuestra la diversidad de posturas políticas de lxs estudiantes de la época.

Entre estas anécdotas hay muchos detalles y momentos perdidos. Por ejemplo, existen muchos vacíos sobre los sucesos de la década de los 90 en adelante, a pesar de que este fue un periodo complicado y violento no solo por los grupos clandestinos dentro de la universidad, sino también por la conformación de la Autodefensa Universidad Nacional (AUNAL), de las que solo tenemos las amenazas que hicieron llegar a aquella Oficina de Grupos Estudiantiles por el año 1999, pero no sabemos cómo funcionaban, quiénes las conformaban, ni qué actos llevaron a cabo. Como estudiantes que habitamos día a día no solo unos salones y espacios, sino que retomamos y modificamos las dinámicas que mueven a la universidad, se nos hace imprescindible conocer nuestra historia para dejar de caminar a ciegas y por fin reivindicar y defender lo que nos corresponde, pues, si no conocemos qué nos pasó, de qué manera nos violentaron y qué hemos sido, ¿cómo vamos a exigir reparación o reconocimiento por parte del resto de la sociedad?

Otras fuentes de información

[1] http://medellin.unal.edu.co/linea-de-tiempo.html

[2] https://cienciasagrarias.medellin.unal.edu.co/index.php/ingenieria-agronomica

[3] http://planeacion.medellin.unal.edu.co/images/documentos/HistoriaUnalMed.pdf

[4] http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/udea-noticias/udea-noticia/!ut/p/z1/pZJRT8IwEMe_ynjgkfQYY8zHZk50DkFliH0xFzpGzdaOraDy6e000TAiEu1D02t-9-_dv0cYmRMmcStS1EJJzEz8yNwn78y3u9SBCFzHBepOnP7AHvamMyAPDeC62wd6G0xupmN_ch7ahJ2SDz8sCqflHwHYcflw_4HhXeibfJ8Gg_tZZHt27YB4Xq8ZJWyhpE5eNZkXqtSYbXiCbcBqP1qpPPk817u1wp1VYKkTiydWhtamZj6EpOCqqqNMVBq5agMXRaZyc-wUCcdUpQI7L5hxVS6bdXrgXRifp1HgxCOAcf_PdTaVDx38pwNSabEQaFr9arumvq9VIaSZNoPLjlHaGqQ0_8qO1eVd2k3g0JKmwuFs_jYdRR7H8120HGnvrQfiKqWt1jub7hMP/?1dmy&page=udea.inicio.udea.noticias.noticia&urile=wcm%3Apath%3A%2FPortalUdeA%2FasPortalUdeA%2FasHomeUdeA%2FUdeA%2BNoticias%2FContenido%2FasNoticias%2FAcademia%2FUdeA-como-sujeto-de-reparacion

[5] http://medellin.unal.edu.co/noticias/1560-maria-dolores-ocampo-lolita-lleva-mas-de-la-mitad-de-su-vida-en-la-u-n.html

[6] http://medellin.unal.edu.co/noticias/1475-opcion-3-soy-una-enamorada-de-la-biblioteca-y-de-lo-que-he-vivido-en-la-universidad-luz-mery-restrepo.html