Sin justicia social no hay paz ni democracia: Mariano Pacheco y un libro para incomodar
Adelanto de un libro para pensar los límites de las democracias latinoamericanas a partir de la experiencia argentina.
El ensayista Mariano Pacheco, director del Instituto Generosa Fratassi, presentó en Buenos Aires su reciente libro La democracia en cuestión: la larga marcha hacia la emancipación. La conmemoración de los 40 años del fin de la dictadura en Argentina brinda la posibilidad de repensar las virtudes y las limitaciones de una democracia que, al igual que sucede en gran parte de Nuestra América, no cumplió con las promesas de defensa de los intereses de las mayorías populares. Para más, la llegada al gobierno del ultraderechista Javier Milei en el país del sur desconcertó a propios y extraños; en esa confusión, los análisis y balances de la experiencia democrática realmente existente quedaron demasiado ceñidos a la coyuntura reciente o directamente se evitaron.
En ese contexto, han sido pocos los textos que se animaron a hurgar en una cuestión trascendental para los progresismos, las izquierdas y los proyectos nacional-populares en el continente. En Lanzas y Letras dimos cuenta de otro libro fundamental de reciente publicación, el del profesor Miguel Mazzeo: ‘Democracia’ contra democracia (o la política contra lo político). A la escueta lista se suma 1983 – 2023. Cartografía de una democracia de la derrota, editado por Contrahegemoníaweb en donde escriben Claudia Korol y Ezequiel Adamovsky, entre otrxs. El libro de Pacheco completa la tríada y aporta una singularidad: se trata, en palabras de Natalia Romé, de “un libro de cultura letrada y popular, con una frágil ‘y’ que pretende reunificar lo que la historia separa”.
La foto de portada refleja de manera precisa esa mixtura entre análisis teórico, militancia y enfoque crítico de una obra de estas características. En la elección de esa fotografía, que muestra un paredón suburbano con la leyenda “Sin justicia social no hay paz ni democracia”, el autor parece resumir su posición ideológica. La edición, a cargo del instituto que Pacheco dirige (un proyecto independiente, de “pensamiento plebeyo”) y de la editorial Indómita Luz, integrante de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular, UTEP, complementan esa opción.
Compartimos el texto introductorio que abre el trabajo. Al final de estas líneas, brindamos el contacto para adquirir la versión digital (disponible para toda Nuestra América) y comunicarse con el autor.
La democracia en cuestión: La larga marcha hacia la emancipación
“Los hombres modelan su propia historia,
Karl Marx, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte.
pero no lo hacen libremente, influidos por condiciones que ellos han elegido, sino bajo circunstancias con que se tropiezan inexorablemente, que están ahí, transmitidas por el pasado…”
Es célebremente conocida la frase con la que iniciamos, a modo de epígrafe, este escrito. Pero la invoco para subrayar una idea: tampoco las militancias del siglo XXI, en la búsqueda por transformar las injustas condiciones (económico-sociales, políticas, culturales) en las que nos toca vivir, elegimos el marco de nuestra intervención, más allá de las estrategias y tácticas que los espacios de los que participamos definan a la hora de intentar encontrar la mayor eficacia posible para la acción. Porque el marco general de acción nunca es elegido, siempre es heredado. En ese sentido, las luchas y procesos de organización popular de la actualidad se desenvuelven bajo el horizonte epocal de las democracias, sea que las pensemos en el plano internacional (tras la caída del Muro de Berlín) o regional (luego de las dictaduras genocidas enmarcadas sobre todo en el Cono Sur de América Latina con el Plan Cóndor). En el primer caso, la operación de reducción de comunismo a stalinismo y su equiparación con el nazismo bajo el rótulo de totalitarismo, dificultaron –dificultan hasta el día de hoy– la reivindicación del concepto de “revolución socialista” para referirse a cualquier anhelo de cambio social profundo en sentido emancipatorio; en el segundo caso, los consensos transversales al conjunto de actores políticos erradicaron la posibilidad de reivindicar positivamente los conceptos de dictadura (en las izquierdas para referirse a “dictadura del proletariado”) y de autoritarismo (en el peronismo para desmarcarse de la perspectiva “demoliberal” y promover una “democracia autoritaria de masas”).
Por eso decimos que, así como Hannah Arendt señaló en su clásico libro Sobre la revolución, que la guerra y la revolución constituían “los dos temas políticos principales” de ese tiempo (el siglo XX), la democracia es el elemento central de las disputas políticas e ideológicas de este momento histórico, “era del realismo capitalista” en donde no han desaparecido las guerras pero ha quedado ausente del vocabulario y el imaginario político de los pueblos del mundo tanto el concepto como la perspectiva de revolución (al menos como se entendió durante el siglo pasado).
De allí que, en este trabajo, me proponga centralmente desarrollar un conjunto de reflexiones en torno a la importancia del concepto de democracia para las luchas populares y los procesos de organización desde abajo (el cuerpo político popular) que se vienen produciendo en el continente durante las últimas décadas.
Atendiendo a la polisemia del término, no podemos menos que ser parte activa de las disputas por sus sentidos, ya que –como señaló Eduardo Rinesi en su libro Política y tragedia. Hamlet, entre Hobbes y Maquiavelo– es parte del carácter trágico de la política que el significado de las palabras sea en general –y no sólo en este caso– ambivalente. Nunca un concepto está “atado” a una sola significación, sino que las palabras están “fuera de quicio” (y no hay criterio objetivo para determinar un significado verdadero). De allí que resulte tremendamente improductivo descartar la palabra democracia fuera del campo de los sujetos populares que pujan por emanciparse, ya que –para decir, ahora sí, con las palabras textuales de Rinesi– “la tragedia del lenguaje consiste, por su parte, en que las palabras pueden querer decir más de una cosa al mismo tiempo” y que “no habría política si todos entendieran en el mismo sentido una frase”, porque al fin y al cabo, “la política –la política en un sentido, propio y fuerte– propone la existencia de significados diferentes para las palabras”. Es en este sentido, entonces, que la política es siempre –también– una lucha por la palabra, e incluso una batalla por qué se entiende como palabra política y no como mero ruido (de allí que la desnaturalización, la conmoción, la puesta en cuestión del orden del discurso implique al mismo tiempo una cierta impugnación al orden de la ciudad).
Es en este sentido que considero la pertinencia del debate sobre la cuestión democrática en una doble perspectiva: por un lado, como intervención actual, frente al avance de propuestas de radicalización de derechas que, a diferencia de las gestiones neoliberales pasadas, no avanzan disputando los sentidos de la democracia (a la que de algún modo se atuvieron, al menos en los aspectos formales de su versión liberal- representativa), sino que conspiran contra ella, avanzando en algunos casos con el ejercicio de una violencia frente a la cual, al menos por ahora, no se está siendo capaz de enfrentar con una contra-violencia popular eficaz y, por lo tanto, las democracias (incluso en su versión liberal-representativas) funcionan como última línea de defensa de libertades ciudadanas y posibilidad de persistencia de conquistas en derechos laborales y sociales; por otro lado, como ejercicio crítico para repensar nuestras tradiciones, que contuvieron en su interior un movimiento democratizador en aspectos sociales y económicos, pero que muchas veces relegaron la democratización política y cultural a un futuro demasiado incierto. Para ello voy a rescatar fundamentalmente los nombres propios de un conjunto de pensadores y procesos a través de los cuales es posible –entiendo– hacernos de un archivo que –junto con las prácticas y elaboraciones conceptuales en curso– contribuyan a ensayar nuevos modos de recrear una política popular emancipatoria.
Para comprar el libro desde cualquier país, en formato virtual, escribir a institutofrattasi@gmail.com
Para contactar a Mariano Pacheco, https://twitter.com/Pachecoenmarcha
Imagen: Revista Resistencias