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Todo el poder al pueblo: 50 años de las Panteras Negras

Surgida en los barrios de EEUU más castigados por el racismo, esta organización revolucionaria supo crear un denso entramado comunitario que prefiguró una inédita experiencia de poder popular territorial; contó con escuelas, comedores y una red de autodefensa para resistir la represión policial. Su programa político y cultural.

Para conocer la propuesta político-cultural de las Panteras Negras, Lanzas y Letras comparte esta entrevista que realizó FM La Caterva de Argentina a Emory Douglas, exministro de Cultura de la organización y editor del periódico Black Panther, que llegó a tener una tirada de 400 mil ejemplares semanales.

Por FM La Caterva*. Nos topamos con Emory en un encuentro de movimientos antisistémicos convocado en el territorio rebelde de Chiapas a finales de diciembre de 2012. Nos llamó profundamente la atención su enorme sencillez y la sonrisa que siempre lo acompañaba. Pero, sobre todo, nos sorprendió su colorido y contundente arte revolucionario, plasmado en infinidad de dibujos, murales y afiches, que luego pudimos apreciar en las paredes de uno de los Caracoles zapatistas que visitamos, donde había dejado su indeleble huella en ocasión de una jornada de intercambio entre ex panteras negras y bases de apoyo del EZLN.

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¿Cómo surgen las Panteras Negras y cuál era el contexto en los Estados Unidos en términos de racismo?

El Partido Panteras Negras se fundó el 15 de octubre de 1966. Huey Newton y Bobby Seale fueron los fundadores del partido. Se fundó durante el auge del Movimiento por Derechos Civiles en el sur de los EEUU. En los medios se podían ver las imágenes de la policía con mangueras, golpeando a la gente negra, soltando perros para atacar a los manifestantes. Algunos manifestaron para poder tomar de los bebederos o para poder sentarse en los colectivos donde quisieran.

En aquel entonces había leyes que impedían que los negros pudiesen sentarse en los asientos de adelante, y sólo podían sentarse por detrás. Rosa Parks, una mujer negra que después de trabajar decidió sentarse adelante, tuvo un altercado con gente blanca que subió al colectivo y le dijo que tenía que correrse para atrás, y ella se rehusó porque le dolían los pies. Allí empezó todo. Se realizaron numerosas manifestaciones por este asunto, con un boicot a los colectivos de Montgomery, Alabama. Además, había linchamientos de negros en el sur. En ese contexto, había negros que nunca habían votado y que se registraron para comenzar a votar. En particular, había muchos desafíos en el sur. Y, a la vez, en el norte, había muchos hombres afroamericanos asesinados, como los hay hoy en todo el país.

En paralelo, también se había desarrollado el Movimiento de la Conciencia de los Negros. En vez de dejarse definir por los colonizadores como “Negros”, se querían definir a ellos mismos -negros jóvenes, estudiantes universitarios, etc.- como afroamericanos o negros, pero con orgullo. En este ambiente, muchos intelectuales, estudiantes y organizaciones políticas hicieron surgir el Partido de las Panteras Negras. Yo me involucré tres meses después de que se creara, si bien ya estaba trabajando desde antes en el Movimiento de Arte de los Negros. Estaba escribiendo obras y trabajando con artistas y poetas.

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¿Cómo se organizaron las Panteras Negras en términos de autodefensa?

Bobby y Huey desarrollaron una plataforma de diez puntos que formó la base de la organización. Había diez puntos, y el Punto Número Siete es “queremos terminar con los asesinatos brutales de la gente negra por parte de la policía”. Había numerosos levantamientos y más de 200 manifestaciones en todo el país durante esta época, como el Watch Riot en Los Ángeles en 1965, donde el pueblo salió enfurecido a destruir la ciudad.

Huey mencionó que en una ocasión había observado a un grupo de activistas sacando fotos de las acciones de la policía. Entonces aprendieron de eso, y se empezaron a organizar para no sólo sacar fotos, sino también para salir para recorrer los barrios, vigilando nuestras comunidades. Huey había trabajado en la oficina de un abogado, donde tenía acceso a los libros y leyes, así que estudió las leyes, y la segunda enmienda de la Constitución de los EEUU te da el derecho de portar armas, así que recurriendo a ese derecho se empezó a recorrer los barrios. Dentro de ese contexto comenzamos a cuidar y defender los barrios portando armas.

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Algo muy importante en las Panteras Negras ha sido la construcción de poder popular y de proyectos comunitarios en los barrios. ¿Podrías contarnos en qué consistían?

Teníamos un programa de desayunos gratis para niños. Al principio, un comité consejero de negros de la clase media hablaba de estos programas y los apoyaban. Una de ellos era una bailarina muy conocida, Ruth Beckford, quien bailaba con Dorothy Andrews. Ella les sugirió a Huey y Bobby que el cura de su Iglesia podría tener el programa de desayuno en su parroquia. Así que ese fue el primero que se puso en práctica. A ese cura le interesaba mucho la teología de la liberación, y después de trabajar con nosotros muchos años, se fue a Sudáfrica para trabajar con Desmond Tutu.

Desde ese entonces, gente de la comunidad comenzó a trabajar en los desayunos para niños. Preparaban los desayunos. Se levantaban a las dos, tres de la mañana para ir a las tiendas y pedirles que donaran comida y otros bienes. Y a la vez ayudaban a coordinar las diferentes actividades en el barrio. La comida la regalábamos, al igual que el calzado. En todo el país, era un requerimiento que cada sucursal de las Panteras Negras tenía que garantizar desayunos para niños y tenía que regalar la comida. Preparábamos desayunos para niños porque nos preguntábamos ¿cómo puede un niño ir a la escuela y aprender si no comió nada? También queríamos mostrar a la gente y a las comunidades, que debían votar a políticos que apoyaban programas que les ayudaban, por eso una de las consignas luego fue “votar para sobrevivir”.

Además, teníamos un servicio de ambulancias gratis en todo el país. En Winston, Salem, North Carolina, la comunidad le compró al Partido de Panteras Negras una ambulancia gratis, porque las ambulancias hasta es entonces no entraban al barrio para servir a nuestra comunidad. Por tener estos programas, la gente de la comunidad te hablaba de sus otros problemas y necesidades, para que viera que esas necesidades siempre se desarrollaban y expandían. También teníamos clínicas gratis en todo el país: médicos y enfermeros que trabajaban como voluntarios, y recibíamos suministros médicos de hospitales públicos, y hablábamos de la necesidad de prevenir las enfermedades, no sólo de curarlas.

¿También llegaron a crear sus propias escuelas?

Teníamos escuelas de liberación para nuestros propios hijos, porque iban a la escuela y los echaban porque cuestionaban la información y los contenidos equivocados que se enseñaba, por ejemplo sobre nuestra historia. Así que empezamos a construir nuestras propias escuelas, y algunos profesores se sumaron. Y uno de ellos dijo, “¿Por qué no empezamos con una escuela propia, que sea nuestra?”

Con el tiempo, eso se transformó en la realidad porque muchas personas negras, incluso de Hollywod, donaron plata para poder construirlas. Pero no permitimos que ellos cambiaran nuestras políticas. Donaron pero no pudieron cambiar nada. Entonces nos visitaban para ver cómo trabajábamos. Además, todas las organizaciones izquierdistas de los EEUU nos apoyaban.

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¿Cómo era el vínculo con las otras organizaciones de izquierda de los Estados Unidos?

Siempre nos involucrábamos en manifestaciones y en cuestiones políticas con otras organizaciones. Incluso había grupos políticos izquierdistas inspirados por el Partido de Panteras Negras, que se fundaban usando nuestra plataforma de diez puntos, como la Guardia Roja, un grupo asiático, con quienes nos organizábamos en el Barrio Chino. Había otro grupo que se llama Igwa Coon, también asiático-chino. Estaban además los Brown Berets (Boinas Pardas), que eran latinos, y los Abogados Jóvenes, puertorriqueños de Chicago y Nueva York. Había un grupo que se llamaba los Patriotas Jóvenes, que era de la región de los montes Apalaches y de Chicago.

Los Patriotas Jóvenes eran jóvenes blancos a quienes no les gustaban los negros para nada, hasta que empezaron a hablar con el Partido de Panteras Negras en Chicago, y ahí se dieron cuenta de que tenían mucho en común. También colaborábamos con el Movimiento en contra de la Guerra de Vietnam. Trabajábamos con grupos y personas que trascendían las diferencias de color de piel, como un grupo de estudiantes activistas, blancos, que se llamaban “Estudiantes por la Sociedad Democrática”. El aspecto más radical de aquel movimiento surgió cuando definieron que ellos deberían hacer mas trabajo al estilo de las panteras negras.

Con respecto a América Latina, ¿cómo veían a la revolución cubana y a la lucha del Che?

Nos invitaron a Cuba en 1967, sólo cinco o seis meses después de que el Partido de las Panteras Negras se creara. Debía haber ido yo, pero no había alguien más para publicar nuestro periódico, así que fue otro compañero. En uno de nuestros periódicos, hice incluso un dibujo en el que había una frase del Che que decía: “donde la muerte nos sorprenda, bienvenida sea”. Hay compañeros que aún viven en exilio en Cuba. Huey Newton, uno de los fundadores, estuvo ahí, pero decidió volver a los EEUU, y Eldridge Cleaver también estuvo allí.

Siendo un artista y un militante de la cultura popular revolucionaria, ¿cómo ves o cómo vivías el vínculo entre arte y política, entre militancia y cultura popular? ¿Qué lugar ocupaba la construcción de una cultura propia con identidad negra en las panteras?

La cultura popular, la política, y el arte estuvieron todos conectados desde un principio. Como Panteras Negras usamos la cultura popular e intentamos inyectarle algo de conciencia política. Primero creamos símbolos: el símbolo de opresión, que era un dibujo de un cerdo, y a veces usamos una rata. Luego intentamos crear también imágenes que reflejaran a la gente de la comunidad: representándolos como héroes y luchadores. Entonces era un arte que trataba de descolonizar la imaginación, un arte contra el imperialismo.

Frente a este proceso de lucha político-cultural, ¿cómo reaccionó el Estado?

Nos convertimos en el enemigo público número uno. Estábamos en la lista como la mayor amenaza a la seguridad interna. El gobierno gastó más de 22 millón dólares y más de 700 informantes para desacreditar y destruir el partido. Hay documentación de eso; a través de “Libertad de Información”, una ley estadounidense que pone los documentos gubernamentales al alcance del público, conseguimos la documentación. Un ejemplo de la represión de FBI y del gobierno fue cuando empezaron a enviar elementos criminales a los negocios de los cuales recibíamos donaciones para nuestro programa de desayuno,, se vestían y se hacían pasar por panteras negras y los amenazaban para que realicen más donaciones.

También hacían cartas con el logo de las panteras negras y se las enviaban a otras organizaciones para generar conflicto entre ellas y nosotros. Nosotros eramos el único grupo en Chicago que trabajaba con una de las pandillas más fuertes de allí, que se llamaban “Piston Rengers”, quienes tenían mucho respeto por nuestros programas, y por eso nos autorizaban a ingresar a las comunidades que ellos controlaban para trabajar políticamente. Luego ellos mismos empezaron a desarrollar algunos de los programas de las Panteras Negras. De repente los Piston Rengers comenzaron a recibir cartas donde decía que nosotros, las Panteras, los íbamos a matar. El problema era que lo que nosotros estábamos haciendo era comenzar a cambiar la forma de pensar del pueblo, para cambiar nuestras posibilidades y transformar nuestra realidad.

¿Cuáles consideras que fueron los factores que terminaron destruyendo o generaron el declive de las Panteras Negras?

En primer lugar, nosotros éramos muy jóvenes, teníamos 16, 17, 18 y 19 años. Pero a medida que nos fuimos involucrando, nuestra organización se fue sofisticando. Y podríamos decir que la inhabilidad para lidiar con nuestras propias limitaciones, por la presión externa que teníamos al mismo tiempo que estábamos tratando avanzar con lo que estábamos haciendo, generaron fracturas en el movimiento, a partir de la introducción de elementos que provocaron separaciones y división dentro del partido. Y a partir de allí se inicio el proceso de separación de las Panteras Negras. La realidad es que no había fuertes diferencias políticas, aunque sí quizás algunos tenían una perspectiva político-militar en un escenario más inmediato, mientras que otros se suponía que entendían a la lucha más como un proceso.

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¿Cómo vives hoy la lucha de los afroamericanos, y en general las resistencias populares en América Latina, como la llevada adelante el zapatismo?

La situación en Estados Unidos hoy mismo es que ganó la Ley Marcial que autoriza a prevenir cualquier tipo de protesta, es muy difícil que la gente pueda demostrar y protestar es muy difícil. Han establecido una ley que dice que un policía tiene el derecho a arrestarte si un político esta dando un discurso en lugar público y tu demuestras que estas en contra de él.

La policía ya no responde a autoridad local, sino que ahora responde a agencias de seguridad del estado federal. Ya ves que la formación policial que ya esta controlado por el estado federal. Incluso ciertos estados o municipios ya tienen aviones tirando bombas y espiando a ciudadanos. Y con respecto al zapatismo, de lo que yo observo lo que me resulta más interesante es la noción de autodeterminación de las comunidades.

¿En qué te cambió la vida tu experiencia como militante de las Panteras Negras? ¿Qué rescatas de todo ese proceso?

Por haber sido Pantera, donde sea que vaya, puedo realmente experimentar las cosas desde un lugar particular, puedo leer y ver cosas que están pasando y entender que está sucediendo. A medida que nos fuimos involucrando, nuestra organización se fue haciendo cada vez más sofisticada. Teníamos una maquinaria política, y eso modificó a las Panteras Negras, les permitió pasar de una condición de autodefensa a la organización de un Partido Político de las Panteras Negras. Nosotros tuvimos el primer alcalde negro de la ciudad de California, que era desconocido y nunca hubiera sido electo si no hubiese sido por el Partido de las Panteras Negras.

También hemos tenido organizaciones sindicales, hemos trabajado con toda clase de organizaciones, mucha gente nos llamaba para trabajar con nosotros. Las Panteras generaron mucha inspiración, e incluso se creó las Panteras de la Polinesia, que se convirtió en Partido en 1971. Y también se creó el Partido de las Panteras en Australia. Ellos pudieron buscar un documento que mostraba en particular un programa nuestro que lo llamábamos de supervivencia, y mostraban el programa y las conexiones entre las distintas experiencias. Estaban las Panteras de Delhi, en la India, e incluso en Israel.

Nosotros también formamos parte de la Conferencia anti-guerra de Vietnam en Montreal (Canadá), nos invitaron a ser una de las principales organizaciones que hablara allí. Recientemente, estamos con el proyecto de reunir a los miembros originales de las Panteras que estuvieron allí para ir a visitar Vietnam. Nos han dado el status de movimiento de liberación cuando estuvimos en Argelia y solíamos juntarnos con todos los movimientos de liberación de África.

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“Programa de los diez puntos”

Plataforma política de las Panteras Negras, cuya primera versión fue redactada el 15 de octubre de 1966.

1. Queremos libertad. Queremos el poder para determinar el destino de nuestras comunidades negras oprimidas

Creemos que los negros oprimidos no serán libres hasta que seamos capaces de determinar nuestro destino en nuestras comunidades y por nosotros mismos., controlando completamente todas las instituciones existentes al interior de nuestras comunidades.

2. Queremos pleno empleo para nuestra gente

Creemos que el gobierno federal es responsable y tiene la obligación de dar empleo a cada persona o un ingreso garantizado. Creemos que si los hombres de negocio norteamericanos no nos darán pleno empleo, entonces estamos en derecho de tomar sus tecnologías y medios de producción de estos hombres de negocio y ponerlos en la comunidad para que nuestra gente pueda organizar y emplear a toda esa gente y así, darles un nivel de vida mejor.

3. Queremos el fin del robo a nuestras comunidades negras oprimidas por parte de los capitalistas

Nosotros creemos que este gobierno racista nos ha robado y ahora nosotros demandamos la deuda pendiente de 40 acres y las 2 mulas. 40 acres y dos mulas fueron prometidos hace 100 años como restitución por la esclavitud y los asesinatos en masa de personas negras. Nosotros aceptaremos el pago de la deuda que se distribuirá entre nuestras muchas comunidades. El racista norteamericano ha tomado su parte en la matanza de nuestros 50 millones de negros. Por consiguiente, nosotros consideraremos esta demanda que hacemos como “modesta”.

4. Queremos viviendas decentes, dignas de resguardar a seres humanos

Nosotros creemos que si los propietarios no dan albergue decente a nuestras comunidades negras y oprimidas, entonces la vivienda y la posesión de la tierra deberá cooperativizarse para que la gente de nuestras comunidades, con la ayuda del gobierno, puedan construir y hacer con ellas viviendas decentes para nuestra gente.

5. Queremos educación decente para nuestra gente, que exponga la verdadera naturaleza decadente de esta sociedad norteamericana. Queremos una educación que nos enseñe nuestra verdadera historia y nuestro papel en la sociedad actual

Creemos en un sistema educativo que permita a nuestra gente el conocimiento de si mismos. Si no tienes conocimiento de ti mismo y de tu posición en la sociedad y el mundo, entonces tendrás pocas oportunidades de conocer nada más.

6. Queremos el cuidado de salud completamente gratis para todos los negros y oprimidos

Creemos que el gobierno debe proveer, sin cargo alguno, para las personas, medios de salud que no solo traten nuestras enfermedades, la mayoría de las cuales ocurren como resultado de nuestra opresión, también deben desarrollar programas médicos preventivos para garantizar nuestra supervivencia futura. Creemos que deben desarrollarse masivos programas de educación en salud y de investigación para dar al negro y oprimido acceso a la información científica y médica avanzada, para que podamos, de esta manera, proveernos de atención y cuidados médicos.

7. Queremos el fin inmediato de la brutalidad policial y el asesinato de negros, otra gente de color y de todos los oprimidos al interior de los Estados Unidos

Nosotros creemos que el gobierno racista y fascista de los Estados Unidos utiliza sus agencias de fuerza domésticas para llevar a cabo su programa de opresión en contra de las personas negras, otras personas de color y las personas pobres al interior de los Estados Unidos. Creemos que es nuestro derecho, por consiguiente, el defendernos de tales fuerzas armadas y que todos los negros, y personas oprimidas puedan armarse para defenderse a si mismas, a sus casas y comunidades contra las fuerzas policiales fascistas.

8. Queremos el fin inmediato de las guerras de agresión

Nosotros creemos que los distintos conflictos que existen en todo el mundo son producto del agresivo deseo del círculo dominante de los Estados Unidos de forzar la dominación de los oprimidos del mundo. Nosotros creemos que si el gobierno de Estados Unidos o sus lacayos no cesan estas guerras agresivas las personas tendrán el derecho de defenderse a si mismas por todos los medios que sean necesarios en contra de esos agresores.

9. Queremos la libertad para todos los negros y personas oprimidas retenidas en prisiones federales norteamericanas, estatales, de condado o militares. Queremos juicios con jurados pares para todas las personas acusadas de crímenes bajo la ley de este país

Creemos que muchos de los negros y pobres oprimidos actualmente retenidos en prisiones y cárceles de los Estados Unidos no han recibido un juicio justo e imparcial bajo este sistema judicial racista y fascista, por lo que deben ser liberados de su encarcelamiento. Creemos en la eliminación última de todas las infelices e inhumanas instituciones penales porque las masas de hombres y mujeres encarceladas al interior de los Estados Unidos o por sus militares son víctimas de sus condiciones opresivas las cuales son la verdadera causa de su encarcelamiento. Creemos que cuando las personas son enjuiciadas, los Estados Unidos deberían garantizarles jurados pares, abogados de su elección y libertad de encarcelamiento mientras esperan el juicio.

10. Queremos tierra, pan, vivienda, educación, vestimenta, justicia, y el control de las tecnologías modernas por parte de las comunidades de personas

Cuando, en el curso de los eventos humanos, se vuelve una necesidad para una persona el deshacerse de sus ataduras políticas que le han conectado con otros, y asumir, entre los poderes de la tierra, la separada e igual estado de las leyes que la naturaleza y el dios de la naturaleza les han titulado, un decente respeto a las opiniones de humanidad requieren que ellos declaren las causas que los impelen a la separación. Nosotros celebramos estas verdades por ser evidentes, que todos los hombres somos creados iguales. Que ellos son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están los de la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Que para afianzar estos derechos, se instituyen los gobiernos entre los hombres, derivando su poder del consentimiento de los gobernados; que siempre que haya cualquier forma de tornarse destructivo para estos fines, será el derecho de la gente alterar o abolir esos gobiernos e instituir uno nuevo, basando su fundación en dichos principios y organizar sus poderes de tal forma que resulte más seguro y probable alcanzar la felicidad. De hecho, la prudencia determinará que los gobiernos no sean cambiados por causas livianas y transitorias; y, acordando, la experiencia no ha demostrado que la humanidad está dispuesta a sufrir, mientras los males sean soportables, en lugar de cambiar las formas a las que están acostumbrados. Pero cuando un largo tren de abusos y usurpación, sigue el mismo objeto, demuestra un plan para reducirlos bajo un despotismo absoluto, es su derecho y su deber echar afuera a dicho gobierno y proveer a nuevos guardianes para su seguridad futura.

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* FM La Catervahttp://www.fmlacaterva.com.ar/