Sentimos sua falta, Carlinhos!
A 113 años de su nacimiento, recordamos a Carlos Marighella. Revolucionario, político y líder de la resistencia contra la dictadura militar. Su vida es símbolo del compromiso incansable por el socialismo y la libertad del pueblo brasileño.
Um mulato baiano que morreu em São Paulo…
Os comunistas guardavam sonhos
(Caetano Veloso, um comunista)
En este diciembre se conmemoran 113 años del nacimiento del político, escritor y revolucionario brasileño, Carlos ‘Carlinhos’ Marighella en São Paulo durante la dictadura militar del ‘General Médici’. Carlinhos fue uno de los principales organizadores de la resistencia proletaria frente a la dictadura y trabajó incansablemente para que en Brasil se pudiera concretar una revolución socialista. Recordamos la vida y obra de un auténtico revolucionario comprometido con su pueblo.
Carlinhos nació en Bahía en 1911, en una familia de un padre inmigrante italiano y una madre negra descendiente de esclavos sudaneses. En su juventud escribió poemas que denunciaban el creciente autoritarismo en Brasil, a la par que participaba en distintas manifestaciones estudiantiles y se acercaba a las ideas comunistas, lo que le llevó a reorganizar y militar el Partido Comunista Brasileño. Durante estos años Brasil vivió bajo la dictadura de Getulio Vargas, quien se distinguía por perseguir militantes y simpatizantes de la izquierda brasileña. Marighella fue encarcelado tres veces y durante sus años de estancia en prisión pudo explorar el arte, conversar con otros presos y reflexionar sobre las condiciones sociales de Brasil y el quehacer revolucionario. Ideas que condensó en su publicación de 1965: Por qué resisti à prisão?. En 1945 se benefició de la Ley de amnistía y fue elegido diputado federal por el PCB desde 1946 hasta 1948, cuando el Estado ilegalizó el Partido y toda organización comunista en Brasil. Esto selló el paso de Marighella a la clandestinidad.
Después de este episodio, Carlinhos viajó a China logrando entrevistarse con Mao Tse-Tung, para luego conocer la Unión Soviética tras la muerte de Stalin. Regresó a Brasil y poco después del Golpe de Estado del 1964, agentes de la Dirección de Orden Político y Social (DOPS) le persiguieron por las calles de Río de Janeiro hasta dispararle y encarcelarlo, en su fallido intento de ocultarse en un cine. Un año después fue liberado y entró en una gran disputa con el PCB por su posición conciliadora frente a la dictadura, siendo expulsado del partido en 1967. Asistió a las reuniones de la Tricontinental en Cuba y concluyó que la única forma de resistir a la dictadura sería a través de la lucha armada, formando con otros compañeros expulsados del PCB, la Ação Libertadora Nacional (ALN), una guerrilla marxista. La ALN se centró en atacar a las fuerzas del Estado en las ciudades, fortalecer los focos rurales y difundir a través de la prensa clandestina sus máximas: “el deber de todo revolucionario es hacer la revolución. ¡Abajo la dictadura militar!”. De esta manera, la ALN logró incorporarse rápidamente en distintos gremios económicos, grupos estudiantiles y ligas campesinas, además de encontrarse con grandes aliados que les brindaron difusión internacional como Caetano Veloso, Gilberto Gil, Jean Luc Godard, Lucchino Visconti y Jean Paul Sartre.
Durante estos años, y en medio de distintas acciones armadas de la ALN, Marighella escribió su gran obra: Mini-manual del guerrillero urbano (1969), en donde dejó consignadas sus apreciaciones sobre la táctica y la estrategia revolucionaria que guiaría las acciones de los guerrilleros brasileños y que después se extendería a los movimientos revolucionarios de Argentina y Uruguay. Además de estos escritos, Marighella concretó su obra poética en Rondó da Liberdade, con poemas de gran calidad lírica capaces de narrar fielmente las realidades del pueblo brasileño oprimido. Como diría Paulo Canabrava, un gran amigo suyo, “Carlos representa el comunismo en su esencia, que es el amor a los otros, al prójimo, el amor a la humanidad, la entrega”.
En la noche del 4 de noviembre de 1969 agentes del DOPS en São Paulo emboscaron y asesinaron a Marighella, quien tenía consigo un arma y dos pastillas de cianuro para evitar la tortura en caso de ser atrapado. Después, las fuerzas del Estado lo enterraron en el cementerio de Vila Formosa haciéndolo pasar por indigente, en donde estuvo hasta 1979. La ALN siguió con sus actividades hasta 1974 sufriendo los golpes de los “Años del plomo”, y padeciendo el asesinato y la tortura de cientos de militantes. Las enseñanzas revolucionarias de Carlinhos serán imposibles de olvidar mientras existan lxs revolucionarixs comprometidxs con el cambio social y con la lucha antifascista contra los enemigos de la clase obrera.
A continuación, presentamos dos textos de Marighella a manera de homenaje por su revolucionario paso por este mundo:
Rondó da Liberdade
Es preciso no tener miedo,
es preciso tener el valor de decir.
Hay quienes tienen vocación de esclavo,
pero hay esclavos que se rebelan contra la esclavitud.
No quedarse de rodillas,
que no es racional renunciar a ser libre.
Incluso los esclavos por vocación
deben ser obligados a ser libres,
cuando las cadenas sean quebradas.
Es preciso no tener miedo,
es preciso tener el valor de decir.
El hombre debe ser libre…
El amor es lo que no se detiene ante ningún obstáculo,
y puede incluso existir cuando no se es libre.
Y, sin embargo, es en sí mismo
la expresión más elevada de lo que haya de más libre
en todas las gamas del sentimiento humano.
Es preciso no tener miedo,
es preciso tener el valor de decir.
Chamamento ao povo brasileiro (fragmento)
Desde algún lugar de Brasil me dirijo a la opinión pública, especialmente a los trabajadores, a los agricultores pobres, a los estudiantes, a los profesores, a los periodistas e intelectuales, a los sacerdotes y obispos, a los jóvenes y a las mujeres brasileñas. Los militares tomaron el poder violentamente en 1964 y fueron ellos mismos quienes allanaron el camino a la subversión. No pueden quejarse ni sorprenderse de que los patriotas esten trabajando para desalojarlos de las posiciones de mando que usurparon descaradamente. El gobierno desnacionalizó el país, entregándolo a Estados Unidos, el peor enemigo del pueblo brasileño; los norteamericanos poseen las mayores extensiones de tierra de Brasil, tienen en sus manos gran parte de la Amazonía y de nuestra riqueza mineral, incluidos los minerales atómicos. Las organizaciones de ultraderecha roban, lanzan bombas, matan, secuestran. Sin embargo, nadie sabe que el gobierno persigue ni siquiera a uno de los ladrones o terroristas del CCC (Comando Comunista de Caza).
[…] No derrocaremos la dictadura mediante cuarteles, ni mediante elecciones, redemocratización u otras panaceas del consentimiento de la oposición burguesa. No creemos en un parlamento resignado y sumiso, mantenido con la bendición de la dictadura y dispuesto a ceder en todo para que diputados y senadores sobrevivan con sus subsidios. No creo en una solución pacífica. Las condiciones para la violencia no son artificiales y se han creado en Brasil desde que se impuso la dictadura por la fuerza. Violencia contra violencia. Y la única salida es hacer lo que estamos haciendo: usar la violencia contra quienes tuvieron la primacía de usarla para dañar los intereses del país y de las masas populares.
Los “gorilas” piensan que la muerte del Che en Bolivia significó el fin de la guerrilla. Por el contrario, inspirados en el ejemplo imparcial de la Guerrilla Heroica, continuamos nuestra lucha patriótica en Brasil, trabajando junto a nuestro pueblo con la certeza en la mente y la historia a nuestro favor. La iniciativa revolucionaria está en nuestras manos. Ahora hemos pasado a la acción. Esperemos nada más.
[…] Los revolucionarios de todas las tendencias y de cualquier partido, dondequiera que estén, deben continuar la lucha y crear puntos de apoyo para la guerrilla. Como el deber de todo revolucionario es hacer la revolución, no pedimos permiso a nadie para realizar actos revolucionarios y sólo tenemos compromisos con la revolución.
[…] Estamos en el umbral de una nueva era en Brasil, que marcará la transformación radical de nuestra sociedad y la valoración de las mujeres y los brasileños. Lucharemos para conquistar el poder y reemplazar el aparato burocrático y militar del Estado por gente armada. El gobierno popular-revolucionario será el objetivo principal de nuestra estrategia.
¡Odio y muerte a los imperialistas norteamericanos!
¡Abajo la dictadura militar!
¡Viva el Che Guevara !
Carlos Marighella
Brasil, diciembre de 1968.