Entre el terror y la resistencia, el Catatumbo ha construido y reconstruido la dignidad y la movilización. Sucesos como el Paro Cívico del Nororiente en 1987, presentan una peculiar fotografía: si de un lado el Estado no se cansa de incumplir; del otro lado, las comunidades no se quedan quietas. En medio del cínico estatismo y de la permanente posibilidad está ubicado el Catatumbo.
Catatumbo caliente: ¿Prohibir la movilización social? El riesgo de repetir la historia
Por Pablo Solana*. Rodeado por el Ejército y la Policía, el gobernador de Norte de Santander afirmó que “no se van a autorizar desplazamientos” en Tibú, Ocaña y Cúcuta, como respuesta al anuncio de movilizaciones que descalificó llamándolas “paro armado”. Un libro de reciente publicación recupera la memoria del “Paro del Nororiente” de 1987 en esa región, historia que las autoridades deberían tener presente para no repetir las consecuencias trágicas que genera la estigmatización del movimiento social.
Por Pablo Solana*. Rodeado por el Ejército y la Policía, el gobernador de Norte de Santander afirmó que “no se van a autorizar desplazamientos” en Tibú, Ocaña y Cúcuta, como respuesta al anuncio de movilizaciones que descalificó llamándolas “paro armado”. Un libro de reciente publicación recupera la memoria del “Paro del Nororiente” de 1987 en esa región, historia que las autoridades deberían tener presente para no repetir las consecuencias trágicas que genera la estigmatización del movimiento social.