“¡La tierra es de quien la trabaja!”, si trabajarla no significara perder la vida

En 1965, el gobierno de Guillermo León Valencia estableció el primer domingo de junio como día para conmemorar y reconocer al campesinado colombiano. Al mismo tiempo, su maquinaria de guerra bombardeaba y sembraba miedo, represión y muerte en los campos sobre los que crecía una resistencia campesina que pretendía darle un contenido real a las palabras vacías del gobierno. Una crónica entre fechas, derechos y mucha brega. [Foto de portada: Carolina Macías].

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